Existe cierto debate acerca de la utilidad del CMI (Cuadro de Mando Integral) como herramienta de gestión, y sobretodo el por qué hay tan pocas empresas que lo utilizan.
Primero quiero puntualizar cuál es el objetivo o razón de ser de un CMI: Sirve para analizar los objetivos en la empresa dentro de su gestión, y ver su nivel de cumplimiento.
Es decir nos sirve de termómetro para ver si los objetivos que hemos establecido se están cumpliendo y su ver su evolución.
Los objetivos que se establecen en las empresas son frutos de la visión trasladada a la estrategia de la empresa. Dicha visión reflejará los valores del gerente o emprendedor que ha proyectado su idea de negocio a la práctica.
O sea que todo empieza por que hay un emprendedor que tiene una idea de negocio, que con sus valores, establece una estrategia de acción para llevar a cabo esa idea, con el fin último de generar riqueza o ganar dinero.
El CMI nos servirá para medir esos objetivos y su cumplimiento.
Bien, si una de las cosas que más claras tengo dentro de mi teoría de gestión de empresas, es que, como tantas veces he dicho, las «joyas de la empresa» son tres:
Su modelo de negocio, su capital humano que será quien lleve a cabo ese modelo de negocio y también quién lo vaya evolucionando según vaya cambiando el entorno , y la búsqueda constante de la satisfacción del cliente.
Con lo que llego a la conclusión de que deberemos, para que nuestra empresa obtenga el éxito, controlar siempre la positiva marcha de nuestras «joyas».
Y para ello tengo una herramienta que es el CMI, que si nos fijamos analiza las 4 perspectivas:
- Situación económica.
- Perspectiva del cliente: relación de la empresa con sus clientes.
- Perspectiva de procesos, o funcionamiento interno
- Perspectiva de los RRHH (Recursos Humanos9.
Ya tenemos la respuesta a nuestras cuestiones, el CMI nos sirve para medir y ver el nivel de cumplimiento de nuestras «joyas en la empresa», ya que:
Con la perspectiva 1º y 3º nos indican cuál es nuestro modelo de negocio, con estas perspectivas analizaremos los objetivos , y su nivel de cumplimiento de nuestro modelo de negocio.
Con la perspectiva 2º, mediremos la satisfacción de nuestros clientes.
Y con la perspectiva 4º, nuestro capital humano.
O sea que con el CMI analizamos, medimos, el grado de cumplimiento de nuestras «joyas de la empresa», que son las claves del éxito de nuestra empresa.
Ya tenemos claro que se trata de una magnífica herramienta.
Entonces por qué pocas veces esta herramienta consigue ser clave en la gestión de las empresas:
- El CMI debe de liderarlo el gerente siendo consciente de que va a medir su idea de negocio.
- Se deberán de elegir los KPI (Key Performance Indicators- Indicadores clave–) realmente claves para conseguir medir nuestras joyas en nuestra empresa.
- Cuanto más simple y sencillo lo hagamos mejor, ya que iremos al grano en lo que nos interesa, y no nos perderemos en el bosque. Es importante crear indicadores simples y pocos para conseguir una mejor gestión.
- Tenemos que implicar a todo nuestro capital humano en dicha herramienta, no olvidemos que sin una de nuestras valiosas joyas nuestra empresa no alcanzará el éxito.
- Deberá de haber responsables en cada KPI y un coordinador que normalmente será el Director Financiero. También es importante se establezcan unos hitos para analizar de forma periódica los KPI de nuestro CMI.
Si tenemos en cuenta todos los puntos mencionados conseguiremos que nuestro CMI sea realmente lo que debe de ser, una herramienta clave en la gestión de nuestra empresa, y de esta forma lograremos que una herramienta clave en nuestra gestión funcione perfectamente.