Aquella mañana había quedado con mi cliente para revisar y analizar el informe financiero compuesto por el control presupuestario, análisis de las desviaciones del presupuesto, cuadro de mando y análisis de indicadores clave para ver la evolución de la empresa.

La empresa de mi cliente va como un tiro, cada informe que vemos (todos los meses), tiene un crecimiento muy alto, buen margen bruto, los gasto fijos controlado, y al final un Ebitda muy “bonito”.

Pero esa mañana mi cliente tenía muy mala cara, le pregunté si no había dormido bien, y me contestó que ya eran muchas las noches de insomnio, me dijo:

-No sé qué hacer, trabajo como un “burro” y a pesar de que los números van muy bien, mi vida es un infierno. Soy esclavo de mi empresa.

Estaba a punto de saltarle las lágrimas

¿Alguien se siente identificado?, por desgracia muchos empresarios lo están.

Hay dos temas que me apasionan, la dirección financiera y ayudar a los directivos y líderes a que sean mucho más productivos y eficaces en su trabajo, cambiando su manera de trabajar y ayudándoles a adquirir una serie de competencias para llegar a ser grandes profesionales, como yo llamo, auténticos directivos del siglo XXI, aunque a la postre lo que realmente me apasiona es ayudar a las personas a ser más felices.

Lo que pasó en los siguientes meses fue una transformación total en la empresa y en la persona de mi cliente, difícil de contar en este post, pero voy a tratar de resumirlo:

– El cliente estaba sumido en la desesperación y por tanto tenía claro que algo tenía que hacer, algo debía de cambiar. Estaba convencido de que algo tenía que hacer.

– Le conté mi metodología para que cambiase la manera de trabajar y que tratase de detectar dónde estaban sus problemas y buscar soluciones.

– Aplicamos una serie de métodos donde iba a trabajar fijando objetivos, metas y tareas, diferenciamos los tipos de tareas, en tareas alta rentabilidad, de gestión diaria y de baja rentabilidad, aplicamos método para que supiese priorizar, aplicamos métodos para delegar, medimos todo el trabajo que hacía él y el equipo de personas en la empresa, con nuestro software y al final llegamos a la conclusión, que tenía que contratar a una nueva figura en su empresa, en concreto a un responsable de compras.

Todo esto dicho de una manera muy rápida y simple nos llevó meses, pero hoy, mi cliente ya duerme mejor, su empresa ya no es un infierno y él es mucho más feliz, el coste no ha sido muy elevado, una nueva persona en su organización.

Desde DFV tenemos métodos de trabajo para hacer que las personas de la organización trabajen de manera mucho más efectiva y productiva, y que dejen de ser esclavos de su empresa, que adquieran hábitos y métodos de trabajo y que cambien su manera de trabajar, y al final consigan resultados positivos para su organización y para ellos mismos.

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