Hoy vamos a hablar sobre el aprendizaje. El aprendizaje es una herramienta esencial para cualquier proceso, ya que mediante él es que podemos readaptar nuestras estructuras mentales para abarcar fenómenos novedosos. 

La educación financiera consiste en aprender cosas nuevas y también desaprender cosas que están muy arraigadas en nosotros y son constantemente estimuladas por el marketing moderno

La humildad socrática como primer paso 

Sócrates le regaló a la humanidad su inmortal frase ´´Solo sé que no sé nada´´ y, como sabrán, el resto es historia. Vamos a detenernos un momento para analizar de qué estaba hablando el antiguo filósofo griego y por qué está íntimamente relacionado con tus finanzas. 

Si asumimos, y es una asunción más que razonable, que existen cosas que podemos aprender, debemos también asumir que aún no las incorporamos. Este paso, por obvio que parezca, es el paso al que Sócrates hace alusión en su frase. 

Antes de que nos demos cuenta de que ignoramos algo, estamos ignorando nuestra ignorancia. Aquí es donde aparece la potencia del aprendizaje. Mientras ignoremos nuestra ignorancia es casi imposible que nos dispongamos a aprender. Es por eso que la frase de Sócrates es un resumen de la disposición que debe asumir un buen alumno. Y respecto a ti, ¿Ignoras tu ignorancia financiera? Si ya has dado el paso Socrático, entonces estás listo para emprender tu camino hacia el aprendizaje. 

¿Qué hay que aprender y por qué hay que aprenderlo? 

Te preguntarás por qué la mayoría de nosotros los mortales no venimos con la actitud ideal para las finanzas desde la fábrica, por qué es necesario que lo debamos aprender. 

Esto es así porque la gratificación diferida es uno de los logros más significativos de nuestra civilización y es profundamente anti intuitivo para nuestros instintos biológicos más primitivos. La idea de hacer un sacrificio hoy para estar mejor en un mañana, básicamente la definición del ahorro, es un concepto que nuestra parte animal tiene muchos conflictos para asimilar y se rebela contra ello constantemente. 

Ya que la gratificación diferida fue un paso civilizatorio hacia la constitución del estado y la economía planificada, esta debe enseñarse de forma cultural, por ende, todos nosotros, debemos aprender estas cosas. 

¿Qué o quién conspira contra nuestro aprendizaje? 

Esta vieja distinción aristótelica del hombre como animal político y como animal a secas sigue siendo muy poderosa para entender la economía en el siglo xxi. No toda nuestra ignorancia financiera es responsabilidad nuestra (nuestra ignorancia respecto de nuestra ignorancia también), existe un poderosísimo mercado que le habla exclusivamente a nuestra mitad animal 24/7. 

El mercado es experto en tentar al animal que hay dentro nuestro y constantemente mejora sus herramientas para hacerlo. Hay algo dentro nuestro que anhela la gratificación integral, instantánea e inmediata. Trastornos como la ludopatía y las adicciones en general son solo la muestra más dramática de qué nos pasa cuando perdemos el control de nuestro animal interno y ya no lo podemos arriar hacia el pensamiento largoplacista. 

La importancia del aprendizaje para la vida 

Aprender es reutilizar estructuras disponibles para aprehender nuevos fenómenos. El aprendizaje depende mucho de nuestros hábitos y de nuestra voluntad. Hay todo un mundo externo a nosotros que abarcar, el cual, por definición, es inabarcable. Dado que es inabarcable, debemos elegir qué queremos incorporar de él. Para elegir que queremos incorporar de él necesitamos una guía. Consecuentemente, debemos aprender dicha guía y también, por qué no, enseñarla a los que vengan después de nosotros. 

Conclusión

La humildad socrática es un grandísimo primer paso para afrontar una disposición que fomente el aprendizaje. Muchos de nuestros objetivos financieros requieren de constancia, buenos hábitos, aprendizaje y, sobre todo, determinación. 

Aprender estas cosas es difícil de por sí, y esta dificultad se acrecienta aún más al vivir rodeados de estímulos mercantiles que nos intentan inhibir el mediano/largoplacismo. 

El camino hacia tu felicidad financiera es largo pero también es reconfortante, y, como en la vida misma, disfrutarás más el camino que la meta en sí misma. El primer paso en este camino es la toma de conciencia socrática y, luego, comienza el humilde y noble camino del aprendizaje. 

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